Aquellos que me conocéis sabréis que en septiembre de 2012 recibí una llamada de la Biblioteca para trabajar allí con una beca de formación.
Mi reacción a aquella noticia fue saltar cómo loca por toda la casa, gritando que por fin iba a poder cumplir mi sueño de trabajar en una biblioteca, pues llevaba esperando mucho tiempo a que este se cumpliera y lo deseaba con todas mis fuerzas.
Mi reacción a aquella noticia fue saltar cómo loca por toda la casa, gritando que por fin iba a poder cumplir mi sueño de trabajar en una biblioteca, pues llevaba esperando mucho tiempo a que este se cumpliera y lo deseaba con todas mis fuerzas.
La beca tenía una duración inicial de 9 meses, es decir hasta mayo de 2013, con opción de prorroga hasta el mes de diciembre.
Todo el personal de la biblioteca, muy contento con mi forma de trabajar y mi responsabilidad, estaba convencido de que me quedaría hasta final de año, cuando ¡oh sorpresa!, el Gobierno bloquea los gastos, la subvención de mi beca no se puede utilizar para renovarme y me tengo que marchar.
Todo el personal de la biblioteca, muy contento con mi forma de trabajar y mi responsabilidad, estaba convencido de que me quedaría hasta final de año, cuando ¡oh sorpresa!, el Gobierno bloquea los gastos, la subvención de mi beca no se puede utilizar para renovarme y me tengo que marchar.
Hoy se termina por fuerza esta época, se trunca mi formación a favor de los intereses económicos de los políticos de turno, que paralizan los gastos y a pesar de estar dada la subvención de la beca no se puede mover ese dinero, ni siquiera a favor de la cultura.
Incomprensible que por culpa de cuatro políticos la cultura poco a poco vaya siendo menos cultura...y lo que queda.
¿Qué podemos hacer al respecto? ¿Por qué pagamos justos por pecadores y nada cambia?
IMPOTENCIA...
IMPOTENCIA...
La vida dicen que es tomar continuamente decisiones, adaptarse a los cambios que vengan y parece que no nos queda otra, pero... ¿y si sí?
Yo de momento con la cabeza muy alta, orgullosa de mi trabajo, agradecida a toda la gente de la biblioteca, que me ha ayudado y enseñado tantas cosas en este corto periodo de tiempo, me fuerzan a decir un HASTA LUEGO BIBLIOTECA pero un enorme ¡HOLA! a la nueva época que me espera, porque dicen que cuando se cierra una puerta se abre otra o al menos un ventanuco... veremos que hay al otro lado.
Yo de momento con la cabeza muy alta, orgullosa de mi trabajo, agradecida a toda la gente de la biblioteca, que me ha ayudado y enseñado tantas cosas en este corto periodo de tiempo, me fuerzan a decir un HASTA LUEGO BIBLIOTECA pero un enorme ¡HOLA! a la nueva época que me espera, porque dicen que cuando se cierra una puerta se abre otra o al menos un ventanuco... veremos que hay al otro lado.