La carretera ( Cormac McCarthy)

Ten presente que las cosas que te metes en la cabeza están ahí para siempre, dijo. Quizá deberías pensar en eso.

Algunas cosas las olvidas, ¿no?

Sí. Olvidas lo que quieres recordar y recuerdas lo que quieres olvidar.

Vuelve golondrina

Vuelve tizón, cola de golondrina,
al final del hielo invierno
del corazón inerme en las aceras.
Vuelve con tu cámara vacía,
realidad y recuerdo
de flashes efímeros.
No te rompas
porque en ti vive aún esa luz,
como un instante que ya no es
pero ha existido
y ahora está en mi tejado.
Vuelve ardiente rayo de sol,
abrazo de diamante
sobre mis alas.
Secreto guardado
detrás de mi espalda,
junto a la imagen infantil
que nunca se olvida.
Vuelve pico inquieto,
con avidez de conocimiento
de tu propio ser.
Ya te veo,
de lejos puedo tocar las ilusiones
que pintaste en las paredes de mi alma.
Vuelve nube dispersa,
suave beso de ave que pasa
y luego retorna al mismo lugar.
Deja los interrogantes en el cielo
y vuelve a posar tu silencio
sobre el vidrio de los ojos
que te vieron volar.

Marta Castaño, 2010

Dónde estés te busco

Dónde estés te busco.

Nadando en los mares interminables

de mi memoria gris.
En el interior de buzones vacíos

de las casas abarrotadas de gente infeliz.

Entre el humo de los coches
que respiro,
a través de las ventanas cerradas
suelo volar.
Dónde estés te busco.
Detrás de las sombras
de los pensamientos
que crecen en el jardín de mi mente.
Debajo de otras camas
donde soñar ya no es necesario.
En sonidos mudos de teléfonos
que gritan que me vaya.
Reflejado en los charcos
en los que hundo los pies
mientras la lluvia moja mi pelo.
En cada adiós del ayer.
En la estación sin nadie.

Marta Castaño, 2010.