Que la luna no te quiere.
¿No ves que ya no sale por las noches para no tener que verte?
y se esconde de tu rabia, y se ríe de tu pena...
pero tú sigues erre que erre
mirando al cielo sin luz,
esperando que aparezca
porque no quieres vivir a tientas,
ni sentarte a llorar,
porque no te salen las cuentas
de las veces se te rompió el alma
cantando a la luna,
desgarrándote la garganta,
sin que ella te quiera escuchar.
porque la luna de plata,
con su brillante esplendor,
dentro tiene el corazón de piedra
y jamás sucumbe al amor.
Marta Castaño 2011
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