viernes, 10 de diciembre de 2010

Un poco de EGO o la vuelta a la tortilla de Amelie

Una sabia mujer me dijo una vez que cuando estamos tristes por algún motivo (o sin él), las personas que nos quieren hacen lo posible para que volvamos a estar bien y por lo tanto parece que son los más generosos y dados al prójimo que hayan existido sobre la faz de este planet-terror. Sin embargo la otra cara de la moneda es que en realidad son los más egoístas. 

Observemos por qué he hecho esta afirmación:

Cuando vemos a una persona que lo está pasando mal y la persona en cuestión es alguien cercano a nosotros, por el que tenemos un cariño especial (o sin especias), la tendencia que tenemos ( oh malditas modas) es estar mal también nosotros, porque, como ya sabréis, todo se pega menos la hermosura.

La conclusión es que en ocasiones tenemos que estar tristes, decaídos, melancólicos... porque nos sentimos mal con algo que ha sucedido en nuestras vidas y es una reacción normal a esos sucesos ( esto no debe suceder nunca en exceso). Pero siempre hay alguien que quiere ayudarte a superar ese mal trago porque, finalmente, esa otra persona es la que lo está pasando mal viéndote a ti en ese estado y eso es lo último que quiere, con lo cual concentra el máximo de sus fuerzas en intentar, por todos los medios, cambiar tu estado de ánimo para así sentirse bien... 

He aquí un caso de egoísmo del ser humano en su más pura esencia. Amelie ya se sabía de sobra este truco para sentirse bien.

Photographer: ARTELUZ

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