Hoy mi corazón se ha llenado de pasado
consumiéndome cada vez que intentaba sostenerme,
mis pulmones se ahogaban de gas hasta no dejarme respirar...
y mi cerebro fuerte me ha gritado
¡vive el segundo!
que no importa nada más.
Marta Castaño, 2010
consumiéndome cada vez que intentaba sostenerme,
mis pulmones se ahogaban de gas hasta no dejarme respirar...
y mi cerebro fuerte me ha gritado
¡vive el segundo!
que no importa nada más.
Marta Castaño, 2010
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